¡Llegó el marchante!

Para los países europeos y norteamericanos el siglo XIX estuvo marcado por la Revolución Industrial. Podríamos decir que antes de que el ciudadano se recuperase del asombro causado por el portentoso invento que era la máquina de vapor, ya alguien la había aplicado a la navegación, al ferrocarril, al telar, al arado y al torno. Poco después, en muchos lugares, otros esforzados inventores ya estaban buscando la manera de navegar los mares sin velas ni vapor sino a punta de motor de combustión interna. La velocidad a la que se daban tantas invenciones le dio unas cuantas buenas ideas a quienes preferían hacer dinero con poco esfuerzo e inversión.

Una de estas ideas fue el llamado aceite de culebra, vendido por desaprensivos marchantes en carretas tiradas por buenos caballos -que permitían un escape rápido en caso de problemas- y que servía para curar absolutamente todo: calvicie, infertilidad, mal aliento, verrugas, infecciones varias, etc. En nuestros días, cuando la Revolución Industrial quedó atrás y parece que ya está todo inventado, todavía existen vendedores de aceite de culebra, incluso en el ramo que nos interesa, que es la educación. ¿Y cuál es su carreta? Pues nada más ni menos que la Internet. En Twitter hemos encontrado quienes, con un estilo muy autoritario -“es así porque yo lo digo”- pretenden enseñar español e incluso inglés con menos de 140 caracteres. Un ejemplo real: Aperturar no es verbo, es sustantivo (apertura, significa: abrir) Según esta explicación, podemos decir con toda propiedad “la aperturar del Canal de Panamá tuvo lugar en 1914″ y ” para apertura un coco es necesario golpear su cáscara con fuerza”. Recuerdo a nuestros lectores que un verbo es una palabra que expresa una acción y que un sustantivo es una palabra que designa o identifica seres animados, objetos, conceptos, etc.

Otro ejemplo de lo que hemos leído es la siguiente afirmación textual:

La arroba, es una medida antigua, también se usa en ingeniería, pero más que todo es un signo informático, no una letra.

Aparte del incorrectísimo uso de las comas, cuando se dice que algo es antiguo lo único que se puede entender es que ya pasó de moda. La arroba, que es una medida de peso -dato aparentemente irrelevante para el autor- no tiene nada de pasada de moda, pues todavía se utiliza en varios países que viven de la agricultura. Por otro lado “es más que todo un signo informático” es totalmente falso. El símbolo de la arroba ha sido utilizado en ingeniería y en comercio (desde mucho antes de que surgiesen las computadoras) como sustituto de la expresión a razón de. Me explico:

Un motor produce 120 caballos de vapor (CV) a las 4000 revoluciones por minuto de giro. Eso se expresa 120CV@4000RPM y se pronuncia, en buen inglés, 120 CV at … En buen español, 120 CV a 4000RPM.

Se venden 200 kilos de tomate y el precio de un kilo de tomate es 3 pesos mexicanos. Esto se escribe así: 200 kgs de tomate @ $3/kg, que en buen español se pronuncia 200 kilos de tomate a tres pesos el kilo.

Desde mucho antes de la aparición del correo electrónico, este símbolo ha sido usado para relacionar a un usuario de computadora multiusuario con la misma. Por ejemplo, el dominio alfredito@univmarte.facu.medic significa que el usuario alfredito está registrado en la computadora de la Universidad Marte, dentro del grupo de los usuarios de la facultad de medicina. Ahora bien ¿por qué se decidió usar la arroba? Pues porque en inglés la gente se sienta -igual que en español- al piano, a la mesa y a la computadora, y el equivalente en inglés de estos adverbios y en estos casos es at.

Por todo lo anterior creemos que la explicación adecuada desde el punto de vista de la gramática y de la comprensión (y con sólo 120 caracteres) del símbolo de la arroba es la siguiente:

La arroba es una antigua medida de peso. Su símbolo también se usa en ingeniería y en informática, pero no es una letra.

En resumen, educar no es un asunto banal. Con información errada es posible causar un daño que se mantendrá a largo plazo y que no es fácil de eliminar, como el caso de algunos de nuestros alumnos de Lingua Franca Idiomas que aplican el dequeísmo a diestra y siniestra. Y Venezuela ya no puede seguir dándose el lujo de ser un país donde los idiomas -el propio y los extranjeros- sean platos de segunda mesa.

Bibliografía: DRAE y Manual del Español Urgente

Author: Raúl Sánchez T.

Experto en Análisis de Sistemas, desde 1984 ha ayudado a organizar la información de muchas empresas en Venezuela y España, como Grupo ACO, Informática El Corte Inglés, ONCE y Carrefour. Ha sido también traductor de innumerables documentales y telenovelas en inglés, español y portugués (que seguramente has visto en televisión en los últimos 25 años) e instructor de inglés y español en colegios, embajadas y empresas transnacionales. Además es Trusted Teacher del Foreign and Commonwealth Office del Reino Unido. Ahora se encarga de llevar el mundo virtual al aula y de influir en los niñitos para que se aficionen al jazz y a cantar rock progresivo en buen inglés y de enseñar a los jóvenes cómo aprovechar las ventajas del bilingüismo en sus vidas profesionales.

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