La Real Academia: ¿la obedecemos o le sacamos la lengua?

La Real Academia de la Lengua Española cumplió 200 años hace un par de meses. Fue fundada a instancias de Felipe V con el propósito de establecer normas de uso para un idioma sin orden ni concierto. No podía haberlos en un pequeño país con cuatro idiomas establecidos (tres de ellos provenientes de un mismo tronco) y fuertemente influidos por el portugués, el italiano y el francés -también hijos del latín- además de innumerables dialectos locales y la multitud de pronunciaciones que tienen los andaluces de una misma palabra. El desorden lingüístico debía ser bárbaro.
Dos siglos más tarde es evidente que el objetivo del rey y de los académicos originales se ha desviado. La RAE ha pasado los últimos veinte años avalando la entrada a nuestro idioma de palabras extranjeras absolutamente innecesarias, por ejemplo, resiliencia (ver nuestro artículo Anglofilia) y que, de paso, al ser reinterpretadas fonéticamente al más tradicional estilo castellano, nos mantiene en la ignorancia de otros idiomas globales (si te acostumbras a escribir güisqui jamás aprenderás a escribir whisky ni whisker ni what ni where ni when ni sky, etc.) Olvídate además de recordar cómo se escriben los originales de bluyín y beich. Y ojalá se detengan antes de abrirle la puerta a cool
Sandrita es una chica muy cul ¿o no?
Además de pavimentar el camino hacia la pérdida de palabras útiles y comunes y su reemplazo por innecesarias barbaridades fonéticas, ahora se dedican a contribuir con nuestra moderna confusión lingüística recomendando la eliminación de la tilde, que ellos mismos definen así:
La tilde diacrítica es la que permite distinguir palabras que se escriben igualpero que tienen significados distintos y presentan diferente pronunciación (tomado de La tilde diacrítica, Fundeu)
A los interesados en conocer la enrevesada explicación que daba la Academia a este tema les recoméndabamos un artículo de la RAE que fue eliminado tiempo después de su publicación. Sin embargo es suficiente saber que a partir de ahora se podrá prescindir de la tilde en estas formas incluso en casos de ambigüedad. La recomendación general es, pues, no tildar nunca estas palabras.
Para respaldar esta decisión sin comprometerse, los académicos nos dan un ejemplo rebuscadamente ambiguo: Solo llevaba un par de monedas en el bolsillo suena igual a Sólo llevaba un par de monedas en el bolsillo, y como suenan igual, nos dicen que lo más sano es obviar la tilde. ¿Y qué hacemos con los siguientes ejemplos propuestos por nosotros?
Yo sólo trataba de cumplir con mi deber (solamente me interesaba mi deber)
Yo solo trataba de cumplir con mi deber (sin compañía alguna, trataba de cumplir)
Yo, solo, trataba de cumplir con mi deber (igual que la anterior, pero la coma ayuda a comprender)
Él solo (sin ayuda) empujó la carreta y ésta continuó rodando hasta el barranco.
Él sólo empujó (no hizo más nada) la carreta y ésta continuó rodando hasta el barranco.Yo sólo quiero que me ames. (es lo único que te pido)
Yo solo quiero que me ames (no traje a ningún amigo para que me ayude a convencerte)
Si quieres té… No, olvídalo; no mereces nada de mí.
Si quieres te… No, olvídalo; no mereces nada de mí.
Es muy fácil para la RAE hacer ejemplos simples con oraciones aisladas de un contexto, pero resulta que en el mundo real la falta de contexto es inexistente. Por todo lo anterior, pienso que habrá quien tenga dudas sobre la intención real del titular de abajo:
Capriles: “Yo no ofendo, solo estoy siendo el portavoz de millones de venezolanos” (tomado de Noticias 24)
Quien no esté al tanto de la situación política venezolana no tendrá claro si Henrique Capriles considera que no es más que un vocero o que, siendo un vocero, es el único que se queja porque más nadie quiere hablar. Ya sabemos que Capriles está acompañado por otras personas que también protestan, así que la equivocada omisión de la tilde de sólo pertenece al periodista (innombrado), que trasladó su error al gran público lector.
Como conclusión sólo (quiero decir solamente) puedo decir que este idioma es propiedad de quienes lo hablamos y no de la Real Academia, que debería asegurarse de que todos los dueños del castellano lo hablemos de manera tan parecida y comprensible como se pueda. Por mi parte, y para evitar que mis mensajes sean malinterpretados por mis interlocutores, seguiré usando la tilde donde a mí me parezca más conveniente. O sea: le saco la lengua a la Real Academia, y espero que no me dejen solo.
P.D. Tres días después de publicar este comentario encontré el artículo que muestra la figura. Afortunadamente ¡no soy el único en sacarle la lengua a la Academia!

Author: Raúl Sánchez T.

Experto en Análisis de Sistemas, desde 1984 ha ayudado a organizar la información de muchas empresas en Venezuela y España, como Grupo ACO, Informática El Corte Inglés, ONCE y Carrefour. Ha sido también traductor de innumerables documentales y telenovelas en inglés, español y portugués (que seguramente has visto en televisión en los últimos 25 años) e instructor de inglés y español en colegios, embajadas y empresas transnacionales. Además es Trusted Teacher del Foreign and Commonwealth Office del Reino Unido. Ahora se encarga de llevar el mundo virtual al aula y de influir en los niñitos para que se aficionen al jazz y a cantar rock progresivo en buen inglés y de enseñar a los jóvenes cómo aprovechar las ventajas del bilingüismo en sus vidas profesionales.

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